domingo, 4 de enero de 2009

Ya no es mía


Una vez más, solo. Nunca estuve acompañado, pero ahora siento que la soledad corroe mis huesos. El no tenerla cerca, a salvo, conmigo... Me hace pensar que no cumplí con mi promesa. Ya no puedo protegerla, alguien lo hace por mi. Alguien que la ama igual que yo...


¿Y qué si no me gusta que quien dice protegerla la tenga? No puedo hacer nada... Tengo tan pocas fuerzas como en ese entonces.

Ella no quiere que yo la proteja. Ella lo ama.

Siendo asi mi vida, tan lastimera y desagradable, con esta maldicion de sed y sangre corriendo por mis venas, ya no tiene sentido. Ella deberia haberme dejado terminar con mi vida en el mismo instante en que tome ese cuchillo entre mis manos para hacerme desaparecer antes de convertirme en una sanguijuela asquerosa. O detenerme y no aceptar su sangre... no la de ella. No la de ella.

Ahora las cosas cambiaron. Vivo en esta agonía sin fin... Todo para alejarla de mi... Ella no es la misma a la que conoci. Ya no es lo mismo... Aquí mismo, en esta celda de piedra, hierro y soledad, espero que la sed me consuma.

Aún asi, en lo único que pienso es en ella, y en el odio que siento hacia mi mismo por haberla dejado sola. Ella nunca fué mia, es sólo esa niña que conocí, cubierto de sangre, que me limpió y me hizo sentir que lo único que realmente importaba era que siguiera cuidandome y sonriendo de esa forma. Queriendome incluso en el momento en que me convertí en un monstruo... Manteniendome vivo. Y así lo hizo...

Ella murió, el dia en que mi enemigo clavó sus colmillos en el cálido cuello que era sólo mío. Y yo... yo morí con ella.

1 comentario:

  1. Quisiera hacerte una pregunta...
    eso lo escribiste vos, o es de otro sitio?
    de cualquier forma, muy bueno.
    Y espero que la pregunta la puedas responder en mi blog
    Saludos

    ResponderEliminar