Cómo me fascina levantarme cada mañana y empezar a sentir que la euforia me lleva por mal camino. O por lo menos eso intenta.
Sentir que hay una droga que va quemando el interior de mis venas y me recorre de pies a cabeza.
Qué dulce sensación.
La llamaría adrenalina, pero no lo es. Es algo más poderoso inclusive.
Es un potencial mayor que quiere estallar y mostrarme algo que nunca pude ver.
Tanto tiempo con los ojos vendados me hicieron desarrollar el resto de mis sentidos.
Puedo darme cuenta lo que toco sin tener que verlo, por ejemplo , la ignorancia, el desprecio, la rebeldía.
Puedo escuchar todo a mi alrededor con más atención que antes, ahora pienso antes de actuar.
Puedo oler cosas que antes no tenía la capacidad, como el olor a mentira, el olor a falsedad.
Puedo saborear nuevas sensaciones que antes no me dejaron, la sensación de vivir, la sensación de sentirme vivo, la sensación de ganar.
Perdi un sentido, gané 4.
YA NO HAY PEREZA. NO MAS.
PEACE´N´LOVE
PEOPLE!

sábado, 17 de enero de 2009
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Perfecto, escribís muy bien.
ResponderEliminarYa has pasado por mi blog y no he tenido tiempo de contestarte.
Saludos!