jueves, 5 de febrero de 2009

Ángel.

Respira.

Una gota de sudor recorre su dulce rostro.

Está nerviosa.

Está impaciente. Intranquila.

Todo un mundo nuevo inexplorado genera expectativas y ansiedades.

El tiempo se consume como el cigarrillo que besa su boca.

La nicotina y la adrenalina van de la mano en su sangre. Corren.

Sus pulsaciones aumentan.

Su vida dió un vuelco. Para bien.

Y yo.

Yo la miro de arriba.

Sin hacer nada. Sin poder decir nada.

Porque ya no soy nada.

5 comentarios:

  1. hubiera deseado tantas veces poder mirar todo desde arriba, y dejar de ser la nerviosa, la intranquila...

    es muy lindo el escrito...me recordo a un moemtno de mi vida, algo asi...

    lihuevic@hotmail.com es mi msn, por si acaso

    ResponderEliminar
  2. Bueno, soy Mariana, una novata en esto, que simplemente pasa a dejar cuenta de lo que me gusto este espacio.
    Seguramente volveré pronto a ver con qué me encuentro.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. me senti un tanto identificada con el escrito, y a su vez con el primer comentario en este..
    Muchas veces me hubiera gustado simplemente poder observar todo desde arriba, pero estaba ahí parada y peor aún sin hacer nada..

    Saludos, que estés bien :)
    lindo espacio ^^

    ResponderEliminar
  4. eh mira...fue un momento de lucidez como tengo pocos...jajaja

    el tema ese es nuevo, salio hace poco, es de luis fonsi con david bisval, aleks "algo" y noel el de sin bandera...

    besitoss germinianos

    ResponderEliminar
  5. Me asusta un poco que a nadie le diera un poco de desesperación que el que relata esté mirando desde arriba sin poder hacer nada...

    Bueno, quería decir que me dejó intranquila nada más. Muy lindo. ^^

    ¡Salud!
    Nina

    ResponderEliminar